Post-examenes

Un año más nos encontramos en fechas de examenes...

Una época en la que prisas, nervios, apuntes... todo se junta, en lo que parece ser un mini-apocalipsis dentro de nuestra vida que aunque tratamos dos veces al año, creemos que siempre nos encontramos ante el peor.

Y es que no lo neguemos, somos vagos. Si, él, yo, tú. ¿A quién le gusta estudiar? A (casi) nadie. No confundamos términos, por favor. ¿Pasar un cuatrimestre entero lleno de dificiles trabajos? ¿Que llegue la época de examenes y tengas que agotarte en noches que no tienen fín porque te tienes que saber de memoria una página entera de definiciones? ¿Sufrir esos sudores frios el día antes del examen mientras te repites a ti "no voy a poder, no voy a poder, no voy a poder..."? ¿Estar sentado delante del examen y tener la impresión de que nada de lo que has estudiado te lo preguntan en la hoja del examen? ¿Que nos marquen con un número tras el examen? ¿A quién le gusta esto?

Lo que de verdad nos gusta es aprender, adquirir concimientos, cultura, información... todo aquello que nos importa. Pasar un cuatrimestre entero lleno de dificiles trabajos... en los que vas a contrarreloj con tus compañeros de grupo para intentar realizar lo mejor posible. Que llegue la época de examenes y quedes con tus colegas en la biblioteca o piso de alguno de ellos para estudiar hasta las tantas, disfrutando de esos eternos descansos de café y pitillo en la puerta o que el estudio esté amenizado con sobras de algún botellón. Estar a un día vista del examen y decirte a uno mismo "no tengo ni idea, pero con un par..." Sentarte delante del examen y al principio no recordar nada, pero poco a poco logarr dibujar un esbozo en nuestra mente que finalmente se plasma convirtiendo la blanca hoja de examen en un mar de garabatos. Que nos entreguen las notas, y alegrarnos de nuestro cinco pelado, seis merecido, o siete sobradete... o bien refugiarnos y formar piña con los con los demás que también ha suspendido mientras nos repetimos que "siempre nos quedará septiembre".

Eso es lo que nos gusta. Porque somos vagos, si, pero... ¿nos lo trabajamos o no?