Recreo

24/11/12

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Creo en la libertad,  fruto de la inteligencia y la imaginación. Creo en un mundo sin guerras. Ni cárceles. Creo en el amor verdadero y sinceramente creo, que  no hay límites, ni fronteras ni códigos para dos que se unen en una vida. O en una habitación.

Creo en la paz, o en un mundo futuro donde salgan claveles en los tallos de los misiles, donde los niños jueguen sobre sus tanques de juguetes aunque sean tanques de verdad. Creo que todos los seres humanes del mundo tenemos derecho a la paz, el pan o a la educación. Sean blancos o negros, putas o drogadictos, chinos o cheyennes.

Y creo en la alegría del vino. En la fuerza revolucionaria de la palabra y la poesía. Y creo en la necesidad de la cultura , hija del camino hacia la libertad. Porque una piedra si se le habla con amor, responde.

Creo que el fondo de los mares es para el coral, no para los submarinos. Creo que el cielo es para los pájaros y los sueños, y no para los seres divinos.

Creo que la Tierra debe seguir siendo el tercer planeta, no en el basurero en el que se está convirtiendo. Creo que la luna debe seguir siendo para los enamorados, y no para bases de lanzamiento.

Por todo lo dicho. Por todo lo dicho... creo que soy incomprendido.

¿Y tú, en qué crees?

Cadena imperpetua

29/9/12

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"Anoche te vi. Cerré los ojos y te vi. Risueña. Con esa sonrisa convaleciente con recuerdo de los gemidos pasados. Adormilada, extasiada, a escasos minutos de morir en tus adentros, mientras el día amanecía acompañando soleado.

Recuerdo el tiempo educado, siempre al compás de nuestros provocamientos. Cuántas muertes por alcanzar, cuántas lunas por despertar, nos confesamos.

Y te confesé, que eres mi droga, mi poesía y mi inspiración. Mi aliño en mi cigarro, mi cafeina en el café. Que qué sería este lobo sin su caperucita. Porque mi pecado preferido eres tú, entera, con nuestros labios bajo tu falda.

Que me corro si me rozas, que la desnudez pierde sentido si no es la de tu cuerpo. Que dormir en un coche no está es tan mal si me despierto contigo al lado. Con tus piernas elevadas bañadas en versos. Con mis hombros apoyándolas teñidas de besos.

Y me confesaste, que ese era uno de esas días, en los que te levantas, y no hacías nada. En que todo te parecía mal, te cabreabas sin pensar. En los que cambiar de vida no sonaba tan mal. Que te arrepentías de cosas, veías 270.000 series con tal de no pensar. Días en los que no quieres salir sin quedarte, sólo irte sin llegar.

Pero que en esos días, todo perdía importancia. Y todo te parecía menos peor. Si sabías que sólo te quedaban, unas horas para tenerme. Que en unos despertares lo haríamos juntos tumbados en un colchón con sábanas verdes y sin somier.

Porque el somier era algo que sobra cuando puedes soñar a mi lado. Y sólo necesitabas quererme para ser feliz..."

Muerdo, luego hago daño

17/7/12

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"Ocurre, que algunas noches, durante los polvos donde también se corre el maquillaje tras el cual aseguran que se esconde una mujer, suceden las más inverosímiles de las conversaciones y las más fantásticas de las historias. Tal vez sean los cuerpos desnudos, que nos quitan los disfraces con los que salimos cada mañana de casa. O tal vez sean las últimas caladas de ese cigarro aliñado justo antes de empezar a gemir.


Sea como fuere, lo último que esperaba es que esa fuese una de esas noches. De esos polvos. De esas historias.


- Alégrate, lo has conseguido.


- ¿Qué?



- Eso.


Y entonces ocurre. Tiro de freno de mano, con el consiguiente trompo. Me quito de encima. Y miro. Y cierro los ojos. E intento trasladarme a otro lugar, a otro polvo, a otra cama. Pero no.



Y el silencio. Un silencio que se puede oir. Un silencio que transmite mucho más que cualquier palabra, que cualquier mirada, que cualquier lametón de la droga más pura. Hasta que...



- Espera...



- ¡Convirtámonos en desconocidos!



- Hasta volvernos a conocer.



- Hasta volvernos a conocer..."

Quién soy, por C.C.

22/5/12

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Quién soy. Mírame a los ojos. ¿De verdad que no te sueno?
He estado ahí en cada una de tus dudas, de tus idas de olla y tus rayadas. He estado ahí en los momentos que han merecido la pena en las últimas semanas, cambiado besos por miradas.
Estuve recorriendo cada parte de tu cuerpo, sin abusarlo con recelo, disfrutando y jugando en cada momento, entrando al trapo, nunca diciendo un no.
Gracias a mí has maldecido las cenas con pactos, las noches de estudio y los cuentos antes de dormir. Gracias a mí has maldecido cada momento a mi lado, avivando tu sentir.
Aquí recalan aquellos cuando los miedosos se quedan fuera. Aquí acuden los deseos de no tener un cualquiera. 
Soy noticia en los telediarios, toda buena peli habla sobre mí. Soy quien le da sentido al tic-tac del reloj, el que avanza sin rumbo fijo más allá de un fingir.
Algunos me llaman mentira, algunos se pasan buscándome toda la vida, y otros me imitan en clubs que no llevan a más que a 50€ la hora con tal de vivir.
Muchos me buscan. Pocos me ponen nombre. Pero tú...


Tú puedes llamarme 0'1%.

Tienen un plan

15/5/12

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"Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos digitos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida... ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones.?"

Olvido se escribe sin tí

7/5/12

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"La noche empezó mintiendo.

Porque seamos sinceros, la sinceridad está sobrevalorada. Mentimos en nuestro currículum, mentimos a nuestros padres, amigos, mentimos en la cantidad de polvos que hemos echado, joder.
Y allí estaban los dos, ahogando el último culo de Jack Daniels rescatado de un antigüo botellón, mirándose cara a cara sin nada que decir. Al ver que no iba a mover un músculo más de su inexpresiva cara,  se empezó a liar un cigarro y se dispuso a contestar.

- ¡Lo hacemos mal! Vivimos como si nunca fuesemos a morir y morimos como si no hubiesemos vivido.
- Yo, que te he enseñado a conjugar todos los tiempos del verbo vivir. ¿Y me vienes con esas?

Asintió con la cabeza. Y es que su pecado sólo fue uno. A decir verdad, tampoco fue plenamente consciente. Tan solo estuvo en el lugar incorrecto, en el momento inoportuno, con la camiseta equivocada. Porque, como en todas las historias que merecen ser contadas, y escuchadas, todo gira en torno a un detalle, insignificante, pasado por alto, pero que sin él no habría historia. Su camiseta.
No se trataba de una camiseta fuera de lo normal. Ni vieja ni nueva. Ni planchada ni arrugada. Tan sólo una frase destacaba sobre el fondo negro de la misma: "Every moment dies". Una frase, un leitmotiv intentándo hacerse paso entre los ecos de los que no aprecian lo que tenemos, dedicada a aquellos que tenemos ganas de vivir.

- ¿Sabes? Creo que estoy algo cansada. This moment dies too.
- Ven, te acerco a casa.
- ¿Seguro? No me gustaría molestarte...
- Tranquila. Vivo cerca.

Una sonrisa perenne se iluminó en su rostro, acompañada de unos ojos que sonreían aún más.

Y así acabó la noche. Tal y como comenzó. Mintiendo..."

Dueño de mi silencio

24/4/12

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"Ella, tímida, titubeaba entre palmos de dulzura y sonrisas sinceras que se abrían camino  entre dudas e inquietudes. Él, seguro como siempre, regalaba palabras al viento llenas de olvido que dejaban ver los entresijos de un caprichoso soñador.

Mientras, corrían chorros de voz acompañadas de vasos e historias. Mientras, las anécdotas se transformaban en confesiones desgarradas de un pasado. Ni mejor ni peor. Tan sólo pasado.

Un desliz. Un engaño. Una diablura para llegar hasta la comisura de sus labios. Un beso robado que sin haberlo planeado, hacía 20 minutos que se moría por dar. Una chispa en el camino hacia ningún lugar.

Porque cuando no media la razón gana el corazón. Y cuando gana el corazón, nada más hay tras él. Ya no habían palabras vacías. Ni palabras a medias tintas. Tan sólo eran dos niños con ganas de latir.

La noche parecía no tener fín, todo parecía tan real, alejado de lo efímero y superficial. "-Las estrellas se iluminan a nuestro paso", dijo él. "- Las calles parecen bailar con nuestros abrazos.", contestó ella.

Y sin embargo..."