Algo rezagado, en unos ligeros pasos alcanzó el grupo. Se adentró entre la gente y fue avanzando hasta casi encabezar el pelotón. A su lado se encontraba él, siempre dispuesto a escuchar alguna que otra teoría estúpida o cualquier sinsentido de la realidad.
- Mira, levanta la mirada... aquí también tenemos una.
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