Hasta donde alcanzaba la vista, parecía que había toda una vida por descubrir... Una vez, incluso, pudo ver como posaba justo enfrente alguien parecido, tras los barrotes... solo que libre.No parecía diferente, con muchas más distracciones que las que pudiera haber ahí, en la jaula. Sin embargo el hecho de poder decidir donde ir, qué visitar, hasta donde volar... hacía que la vida dentro no encontrase sentido.
Se quedó quieto, pensativo, rondando una y otra vez la misma pregunta:
- ¿Qué hay... ahí fuera?
Decidido, alzó el pico y se acercó a su pared más próxima.
Esos barrotes no debían ser tan duros...
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