Cierro los ojos, suelto el volante, no tengo miedo.
Mi camino me lleva donde yo digo, el venir no atiende a ningún destino.
Capitán de mi barco, surco mares sin temores ni cabal.
Me castigo si me atrevo, son rarezas sin fundamento.
Prisionero de mis maneras, que me hablan y maltratan, me persiguen por el mantra mientras consumo este cigarro.
Hoy. Esta noche. Ahora...
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