7 meses, 27 días, 4 horas y 7 minutos

Ese es el tiempo que he estado inactivo en el blog. No voy a hablar de cambios, no voy a hablar de nuevas direcciones tomadas en mi vida. No es momento, y prefiero dejarlo para noches más órficas. Tan sólo un pequeño repaso a todo lo acontecido en mi vida en este tiempo, sin orden de preferencia ni importancia.

Último año de carrera... todo tiene un final, ¿no? Aunque normalmente el final de las cosas son la introducción de otras nuevas. Y eso es de lo que estoy espectante y preocupado, aunque no por ello menos ilusionado. Ya habrán noches en las que buscar en mi interior los senderos del destino... Seguro que las habrá.

Acabo de empezar las prácticas de empresa de mi carrera. Como era de prever, la oferta de mi universidad, pese a ser de las únicas que aseguran una plaza para el practicum en toda España, era un insulto a mis aspiraciones de futuro. Así que aquí estoy, dos semanas y media ya trabajando en una empresa de marketing. Más ilusionado yo que nadie y confiado en las posibilidades de la misma, la sobrevaloré en su momentos pues tengo la sensación de que estoy ofreciendo yo más a la empresa que ellos a mi... De todas formas, espero no defraudar y poder abrirme hueco en el tedioso y difícil mundo laboral, más aún a fecha de hoy, aunque para ello tenga que trabajar gratis 370 horas. Si, así va la cosa en los practicums... penoso, esclavista, y lo peor de todo, permitido.

Amigos, nunca son pocos. En un tiempo en que el tira y afloja ha hecho mella en las amistades cercanas, este ha servido para darse cuenta y abrir los ojos. En el tira, podriamos hablar de tópicos, alevosías que no lo son y perdones, pero me considero ajeno a todo ello y prefiero el aprendizaje y bagaje posterior a la experiencia. Todo ocurre por algo, todo tiene un sentido. Y sin embargo, he encontrado ese afloja en otro lugar, en otras personas. Es en ellas donde he encontrado mi edén, eso si, no sin apartar la maleza que lo rodea.

Y mi chiquilla... ¿Cómo me puedo quejar de una chica que me trata como nadie me ha tratado nunca? Aunque siempre le digo que puede hacer mucho más por entender cómo soy, mis manias, mi espacio, mis tonterias... Se que me entiende más que nadie, y eso es algo que muchas veces no valoro. ¡No me olvido de ti aunque esté aquí solito en Castellón tru!

Prometo (y espero que no en vano), no dejar más de medio año el blog inactivo... Porque la verdad, hay mucho que contar.